Este mes cuenta con dos fechas distintivas importantes, y no podemos dejar de mencionar ninguna, porque están entrelazadas entre sí y tienen como protagonista a la Educación.
El 24 de enero es el Día Mundial de la Educación, fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de generar conciencia alrededor del mundo sobre la importancia del acceso a la misma, en todas sus formas y niveles. ¿Sabías que según UNICEF hay un 24% de jóvenes provenientes de contextos rurales entre 12 y 17 años, que no asisten a la escuela? Estos valores se traducen en índices alarmantes, generando en consecuencia que sólo 1 de cada 5 jóvenes termine la instancia secundaria.
El lema de este año es "Cambiar el rumbo, transformar la educación", en conjunto a un replanteamiento de nuestra relación con el ambiente y la tecnología, para mejorar las posibilidades del futuro de la educación. Este día se ponen en foco las desigualdades, pero también las oportunidades que brinda tener acceso libre a una educación de calidad y a las herramientas que ejercer este derecho nos otorga.
Con esta transformación conductual se busca que "los futuros de la educación" sean sostenibles, pacíficos e inclusivos.
Por otro lado, el 30 de enero es el Día internacional de la paz y la no violencia escolar. Esta fecha fue establecida en conmemoración al paso a la inmortalidad del líder pacifista Mahatma Gandhi. El objetivo de este día es fomentar una cultura de no violencia en las instituciones educativas, donde lamentablemente hoy en día se ha instalado el bullying como moneda corriente, generando en ocasiones un daño irreparable en los niños, niñas y jóvenes que lo sufren. Este es uno de los principales motivos por los que se busca instaurar valores en el alumnado como el amor, el respeto, la tolerancia y la igualdad, además de la no violencia y la paz.
Tenemos el poder no solo de transmitir todos estos valores, sino la responsabilidad de abrir el diálogo con estos/as niños/as hoy, para que el día de mañana sean hombres y mujeres fuertes, empáticos y con sentido de responsabilidad social.
La educación es un derecho fundamental de toda persona, nos hace seres críticos y respetuosos de la diversidad que nos rodea, asumiendo roles significativos dentro de una sociedad cambiante pero que siempre apuesta por un presente y futuro mejor.
Desde Minkai trabajamos con convicción y compromiso para que la utopía del acceso a la educación en todas sus dimensiones, pueda ser una realidad.
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